Cómo controlar la fatiga relacionada con el cáncer

¿Qué es la fatiga relacionada con el cáncer?

La fatiga es una sensación de cansancio, debilidad o agotamiento físico, emocional o mental. Es un síntoma de cáncer y también el efecto secundario más frecuente del tratamiento contra el cáncer. La fatiga relacionada con el cáncer suele ser más intensa que la fatiga que a veces tienen las personas sin cáncer. Dura más y no se alivia con el sueño.

Algunas personas con cáncer describen la fatiga como sentir cansancio hasta los huesos o golpearse contra una pared. Otros dicen que es el efecto secundario más angustiante del tratamiento del cáncer. La fatiga puede impedirle trabajar o hacer actividad física. Puede resultarle difícil involucrarse con su familia, socializar con amigos o llevar a cabo las actividades diarias. También puede causarle dificultad para concentrarse y prestar atención. A veces, incluso hace que las personas omitan los tratamientos contra el cáncer.

Tener fatiga no significa que el cáncer esté empeorando o que el tratamiento no esté funcionando. La fatiga puede aparecer y desaparecer o puede permanecer por un tiempo. La fatiga causada por la quimioterapia tiende a empeorar unos días después del tratamiento y, luego, mejora antes del siguiente tratamiento. La fatiga causada por la radiación puede comenzar de a poco después de algunas semanas de tratamiento y empeorar a medida que avanza el tratamiento. Puede durar muchos meses después de finalizar el tratamiento.

La fatiga es diferente en cada persona. Es importante hablar de ello con el equipo de atención médica y describir cómo se siente. Algunos de los problemas asociados a la fatiga relacionada con el cáncer pueden tratarse.

¿Cuáles son las causas de la fatiga relacionada con el cáncer?

Conocemos algunas de las causas de la fatiga, pero no todas. Las causas de la fatiga pueden ser las siguientes:

  • Cambios físicos causados por el cáncer

  • Tratamiento contra el cáncer (quimioterapia, radioterapia, cirugía, terapia hormonal, inmunoterapia o trasplante de médula ósea)

  • Anemia (nivel bajo de glóbulos rojos)

  • Medicamentos

  • Cambios en los niveles de hormonas

  • Infección

  • Dolor

  • Estrés

  • Falta de sueño

  • No ingerir suficientes calorías

  • Deshidratación

  • No hacer ejercicio

  • Dificultad para respirar o poco oxígeno

  • Ansiedad o depresión

Otros factores que pueden empeorar la fatiga pueden ser más difíciles de tratar, como las preocupaciones y temores financieros o inquietudes relacionadas con el cáncer o su tratamiento. Es importante hablar de estas cosas. Hay personas que pueden ayudar, como un trabajador social o un consejero. Hablar sobre los miedos o problemas puede ayudarlo a sentirse más en control y podría permitirle encontrar soluciones a los problemas. Un grupo de apoyo también puede ser de gran ayuda. Un grupo puede brindarle apoyo continuo y un lugar para compartir soluciones creativas a los problemas de fatiga. Consulte con su proveedor de atención médica para obtener más información.

¿Cómo se trata la fatiga relacionada con el cáncer?

El tratamiento dependerá de los síntomas y de la causa de la fatiga. La anemia se puede tratar con cambios en la alimentación, una transfusión de sangre o medicamentos. Si un medicamento le causa fatiga, el proveedor de atención médica puede cambiar la dosis o el tipo de medicamento. Puede consultar con un nutricionista para analizar estrategias de nutrición y alimentación para mejorar su energía. La fatiga se puede tratar mediante los cambios en el estilo de vida que se analizan a continuación.

¿Qué puedo hacer para aliviar la fatiga?

La fatiga relacionada con el cáncer puede cambiar de un día para otro. Es importante aprender formas de conservar energía. Puede pensar en la energía como si fuese dinero. Solo tiene una cantidad limitada. ¿Cómo quiere gastarla? ¿Qué actividades son las más importantes? ¿Qué ayuda a restaurar la energía?

Para controlar la fatiga relacionada con el cáncer o ayudar a disminuirla, pruebe lo siguiente:

  • Conserve la energía para actividades que sean importantes para usted.

  • Lleve una alimentación bien equilibrada con alto contenido de proteínas, calorías, frutas y verduras. Consulte al proveedor de atención médica si debe tomar un multivitamínico diario.

  • Beba abundante cantidad de líquidos.

  • Haga ejercicio suave con regularidad. Incluso una corta caminata puede ayudar. Hable con el proveedor de atención médica sobre el tipo de ejercicio que es mejor para usted en este momento.

  • Hable sobre sus problemas con amigos y familiares o con el equipo de atención médica.

  • Pida ayuda con los quehaceres o tareas.

  • Tome siestas cortas o descansos de 30 minutos o menos. Los períodos de descanso más prolongados pueden hacer que le resulte más difícil dormir por la noche.

  • Intente acostarse a la misma hora todas las noches y trate de dormir entre 7 y 8 horas.

  • Evitar la cafeína.

  • No haga ejercicio por la noche o cerca de la hora de acostarse.

¿Cómo hablo con mi proveedor de atención médica sobre la fatiga?

Lo más importante que puede hacer es hablar con el equipo de atención médica sobre la fatiga y cómo afecta su vida diaria. Solo usted puede describir su fatiga. Podría hablar sobre lo siguiente:

  • Cuando empezó a sentir fatiga

  • Cuánto dura

  • Qué la alivia y qué la empeora

  • Si duerme bien

  • Qué no puede hacer a causa de la fatiga

  • Si tiene dolor, dificultad para respirar, náuseas u otros problemas que puedan estar relacionados con problemas para dormir y la fatiga

  • Si los medicamentos que está tomando pueden causar fatiga

Asegúrese de hablar con el proveedor de atención médica sobre cómo puede controlar o disminuir la fatiga.

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