Cáncer de hígado: cirugía
La cirugía representa la mejor probabilidad de curar el cáncer de hígado. Pero muy pocas personas con cáncer de hígado pueden someterse a una cirugía. Pueden hacerse diferentes tipos de cirugía. Depende del tamaño del cáncer, de la ubicación, de cuánto se propagó, de qué tan bien funcione el resto del hígado, de su salud general y de otros factores.
¿En qué casos podría usarse la cirugía para el cáncer de hígado?
La cirugía suele ser el tratamiento preferido si se puede hacer. Pero puede no ser una opción si tiene cirrosis u otro daño del hígado. Tampoco es una opción si el tumor ocupa demasiado hígado, si no queda suficiente hígado sano o si ocurren ambas situaciones. La cirugía no se usa si el cáncer se propagó fuera del hígado a otras partes del cuerpo. Podría hacerse la cirugía en los siguientes casos:
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El cáncer está solo en una parte del hígado y no creció hacia ningún vaso sanguíneo importante. El resto del hígado debe estar bastante sano y, en general, debe tener buena salud como para hacerse a una cirugía mayor. Si es así, podrían hacerle una cirugía para extirpar la parte del hígado que contiene el tumor.
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El cáncer está solo en el hígado, pero es grande o está en muchas partes. Podrían hacerle la cirugía para extirpar todo el hígado, seguida de un trasplante de hígado.
Tipos de cirugía para el cáncer de hígado
A continuación, se indican dos opciones de cirugía para el cáncer de hígado.
Hepatectomía parcial (resección tumoral)
El cirujano extirpa la parte del hígado que contiene el tumor. Es la cirugía preferida si se puede hacer. Pero no muchas personas con cáncer de hígado pueden hacerse esta cirugía. Esto suele deberse a que el cáncer es demasiado grande, está en muchas partes del hígado, el tumor se propagó a un vaso sanguíneo importante, el cáncer se propagó a otras partes del cuerpo o a que el resto del hígado no funciona lo suficientemente bien.
Por lo general, el cirujano hace un corte largo (incisión) en el abdomen. Pero en ocasiones se puede hacer por medio de laparoscopia. En ese caso, el cirujano hace varias incisiones pequeñas en el abdomen. En la incisión se colocan instrumentos quirúrgicos largos y finos para extirpar parte del hígado. Uno de estos instrumentos (llamado laparoscopio) tiene una cámara de video diminuta en el extremo que permite al cirujano ver el interior del cuerpo y hacer la cirugía.
Trasplante de hígado
En el trasplante, el cirujano extirpa todo el hígado y lo reemplaza por un hígado nuevo obtenido de un donante, ya sea entero o una parte de este. Son más las personas que podrían hacerse este tipo de cirugía, pero su uso es limitado porque es difícil encontrar un donante de hígado para el trasplante.
Posibles riesgos, complicaciones y efectos secundarios de la cirugía
La cirugía para el cáncer de hígado es una intervención mayor. Es importante que esté lo bastante sano para la cirugía y que el proveedor de atención médica considere que los beneficios superan los riesgos. Toda cirugía tiene riesgos. Algunos de los riesgos de cualquier cirugía mayor incluyen lo siguiente:
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Reacciones a la anestesia
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Coágulos de sangre en las piernas o los pulmones
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Daño a los órganos que están cerca de la zona afectada
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Neumonía
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Infección
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Sangrado
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Dolor, que mejora mientras el cuerpo se recupera
Otros riesgos de la cirugía de hígado
Además de los riesgos mencionados arriba, la cirugía de hígado a veces puede tener las siguientes consecuencias:
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Mucho sangrado. El sangrado es un riesgo con cualquier tipo de cirugía, pero es aún mayor con la cirugía del hígado. Esto se debe a que por el hígado pasa una gran cantidad de sangre. Además, en el hígado se producen factores de coagulación que se encargan de detener el sangrado, y la cirugía puede afectar este proceso de coagulación.
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Infección. Esta es una preocupación considerable en las personas que reciben un trasplante de hígado. Esto se debe a que deben tomar medicamentos para suprimir el sistema inmunitario y evitar que rechace al hígado del donante. Las infecciones en las personas que toman estos medicamentos pueden ser muy graves. Los medicamentos mismos también pueden tener sus propios efectos secundarios.
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Rechazo del hígado del donante. Aunque las personas que tienen un trasplante de hígado toman medicamentos para suprimir el sistema inmunitario, a veces el cuerpo rechaza el hígado nuevo.
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Reaparición del cáncer. Esto es una posibilidad con la hepatectomía parcial. Si queda incluso una cantidad diminuta de células cancerosas en la parte restante del hígado, con el tiempo pueden crecer y formar un tumor nuevo.
Preparativos para la cirugía
Antes de la cirugía, se reunirá con el cirujano para hablar sobre el procedimiento. Haga las preguntas que tenga y exprese sus inquietudes. Este también es un buen momento para analizar los posibles efectos secundarios de la cirugía y hablar sobre los riesgos. Puede preguntar si la cirugía le dejará cicatrices y cómo se verán esas cicatrices. También querrá saber cuándo podrá reanudar sus actividades normales. Una vez que haya analizado todos los detalles con el cirujano, firmará un formulario de consentimiento que indica que el proveedor de atención médica puede hacer la cirugía.
Informe al equipo de atención médica acerca de todos los medicamentos que usa, incluidos los de venta libre, las vitaminas, los medicamentos a base de hierbas y cualquier otro suplemento. Por ejemplo, es posible que le indiquen que deje de tomar ciertos medicamentos unos días antes de la cirugía. También es posible que le indiquen que siga una dieta especial.
Qué esperar durante la cirugía
Cuando sea el momento de la cirugía, lo llevarán al quirófano. Le colocarán una vía intravenosa en la mano o en el brazo. El personal médico le controlará la frecuencia cardíaca, la presión arterial, la respiración y otros signos vitales durante la cirugía. Le administrarán un medicamento (anestesia general) para que se duerma durante la cirugía y evitar que sienta dolor.
Lo que el cirujano extirpe y dónde se ubican las incisiones depende del tipo de cirugía que se haga.
Después de la cirugía, lo llevarán a una sala de recuperación. El personal lo controlará durante una o dos horas más. Una vez que esté despierto y estable, lo trasladarán a una habitación normal del hospital.
Qué esperar después de la cirugía
Cuando se despierte por primera vez, es posible que sienta algo de dolor. Le darán analgésicos según sea necesario durante unos días para que se sienta mejor. Es importante controlar el dolor para que pueda respirar hondo, toser, levantarse y caminar poco después de la cirugía. Caminar y moverse es importante para la recuperación.
Le tomará un tiempo volver a comer como lo hace habitualmente y a evacuar los intestinos con regularidad. Es posible que deba permanecer en el hospital durante unos días. Esto depende del tipo de cirugía que haya tenido. Las personas que se hacen una hepatectomía laparoscópica suelen irse a casa antes que las que se hacen una hepatectomía abierta. Esto se debe a que tienen incisiones más pequeñas que tienden a cicatrizar con más rapidez.
Una vez en casa, podrá retomar de a poco la mayoría de sus actividades normales. Pero no debe levantar objetos pesados durante varias semanas. Siga siempre las instrucciones del proveedor de atención médica o del enfermero.
Después de la cirugía, es posible que se sienta débil o cansado durante un tiempo. Esto es normal. El tiempo necesario para recuperarse es diferente en cada persona. Pero es posible que no se sienta como antes durante varios meses. Es probable que no pueda conducir durante un tiempo, pero los proveedores de atención médica le indicarán qué puede y qué no puede hacer.
Cuándo buscar atención médica
Hable con su proveedor de atención médica sobre qué problemas debe vigilar. Llame de inmediato si nota alguno de los siguientes síntomas:
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Fiebre de 100.4 °F (38 °C) o superior, o según lo que le haya indicado el proveedor de atención médica
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Escalofríos
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Tos o falta de aire
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Ritmo cardíaco acelerado e irregular
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Dolor de pecho reciente
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Signos de infección alrededor de la incisión (enrojecimiento, secreción, calor, dolor)
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Incisión que se abre o bordes que se separan
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Cualquier sangrado inusual o sangrado que empapa el vendaje
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Problemas para orinar o cambios en el aspecto y el olor de la orina
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Dolor, enrojecimiento, hinchazón o calor en un brazo o una pierna
Sepa cuáles son los problemas a los que debe prestar atención y cuándo necesita llamar a su proveedor de atención médica. También asegúrese de saber a qué número llamar para obtener ayuda fuera del horario normal de atención del proveedor.